El sábado por la mañana nos levantamos pronto para ir a nadar un poquito, una pequeña toma de contacto con el mar y el neopreno.
La mar no estaba en muy buenas condiciones, había muchas olas y mucha corriente, con lo que hicimos un triángulo, es decir un par de boyas.
Después del pequño baño nos fuimos dirección el hotel y nos cambiamos para salir con la bici, la idea era hacer unos 40 km, para comprobar que la bici estuviera en buenas condiciones y que no fallara nada, además después de comer había que llevarla al box.
La verdad es que nada me enfilé por la Nacional II, me emocioné mucho porque ese tipo de circuitos de fuerza, con pequeños toboganes me encanta, además a la ida soplaba algo de viento con lo que te ponías a toda pastilla sin quererlo. Cuando llevábamos 7km nos cruzamos con Josef Ajram, que amablemente cambia de dirección para poder hablar un rato, me cometa que no hará la prueba porque esta liado en otro proyecto, charlamos un rato hasta la llegada a Calella.
Nos vamos al Hotel duchita, comida, Justo a la comida llega David, que con Jorge era los dos que faltaban de la expedición del club descanso y a prepararlo todo para dejarlo en el box. . En principio, dejar la bici el día de antes, me ayuda a descargar la tensión de dejarla en mismo día pensando en que todo esté bien. Pero con el tema de las tres bolsas: una para las cosas de la bici, otra para las de correr y otra para el día siguiente las cosas de calle, hacía que estuvieras en tensión pensando que te dejas algo.
Dejamos la bici y las bolsas en el box, nos tomamos unos batidos para relajar un poquito. Y de allí a la pasta party. Estando allí notición, me llama Alex Cerda, para contarme que el maquinón de Wolfgan ha conseguido plaza para Kona, quedando el 26 de la clasificación general y el primero de su grupo. IMPRESIONANTE. Yo me alegro mogollón porque es una pasada lo que ha conseguido. Lo comentamos todos cenando y alucinábamos, todos los que hacemos L.D. soñamos en algún día poder ir a Kona, y el con 29 años ya lo ha conseguido.
Acabamos de cenar, paseito por el centro de Calella, y nos vamos a tomar, unos cafes a la cafetería del Hotel. Allí, todos hacemos una porra con los resultados que harán todos los integrantes de la expedición. A esas horitas se empieza a palpar cierta tensión en el rostro de la gente.
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